
O estimado amigo Juan Antonio, que tantas vezes tem aqui colaborado, enviou um comentário a propósito da última parte do manuscrito que aqui tem sido transcrito e traduzido. É um complemento e uma correcção ao texto original, que eu agradeço profundamente, e que fica aqui:
Como siempre, magnífica la información publicada en esta excelente web, que se ha ganado a pulso, desde hace muchos años, el ser considerada como el mejor sitio de la red para informarse fielmente de lo ocurrido en aquel periodo bélico de mediados el XVII.
Una enorme tarea de investigación y divulgación realizada por el prof. Jorge Penim, a quien todos los interesados en aquella guerra debemos tanto.
Paralelo a esta última entrada de su blog, acompaño algunas precisiones que, quizás, contribuyan a entender mejor los sucesos narrados.
1–) El ataque a Barcarrota no ocurrió el día 18 diciembre, tal como se cita en el texto. Realmente fue una semana antes, coincidiendo con la festividad de la Purísima Concepción.
2–) El número de efectivos que componía el ejército atacante, según fuentes documentales castellanas, se evaluó en 4.000 infantes y 2.000 caballos, a diferencia de los 2.500 soldados y 1.200 caballos que cuantifica el texto (curiosamente también redactado por cronistas castellanos) En todo caso, la guerra de cifras dispares siempre fue una constante a lo largo de la guerra, debiendo tomarse con la debida precaución, comparando las fuentes informativas para tratar de obtener una cifra lo más realista posible.
3–) Los primeros avisos del movimiento de tropa portugués llegaron a oídos de los oficiales castellanos un par de jornadas antes del referido ataque a Barcarrota. Efectivamente, se supo que desde Campo Maior avanzaban los lusos recogiendo gente de guerra de otras plazas, tales Serpa, Moura, y Mourao.
4–) San German alertó a toda la comarca, pero la grave falta de efectivos redujo considerablemente el poder enviar socorros con rapidez. Hubo que llamar a soldados que se encontraban de cuartel muy lejos del foco de invasión, por ejemplo, desde el distrito onubense.
5–) El gobernador militar de Barcarrota, que en el texto se menciona como Lafonte, en realidad respondía al nombre de Juan Bautista Cafonte; en tanto que el comisario general se llamaba José de Larreategui, caballero de la Orden de Santiago, quien contaba con una extensa hoja de servicios (23 años, habiendo estado presente, por ejemplo, en Rocroi)
6–) San Germán, tal como se cita, después de difuminarse el peligro sobre Barcarrota, viajo a Madrid, dónde, ante la Junta de Guerra, expuso la necesidad de convocar a un potente ejército y, aprovechando la fragilidad surgida tras el fallecimiento de Joao IV y regencia de su esposa, realizar una entrada gloriosa en Portugal. Una campaña, la de 1658, que tendrá como máximo objetivo conquistar Olivenza. La marcha comenzaría el 12 de abril. Pero esa, es otra historia…
Imagem: Sebastien Vranckx, Cena de batalha, séc. XVII.